Liliana Golubinsky presenta sus pinturas de grande y mediano formato, en pasteles sobre tela de lino y técnicas mixtas. Con el recurso del automatismo, la artista se ubica frente a la tela en blanco y comienza a darle forma sin una idea previa, dejando todo en manos del inconsciente. Así surgen personajes como si estuvieran escondidos dentro de los pasteles.
Listos para abordar la tela, la artista siente que son los mismos personajes que muchas veces la sorprenden. Usa la ironía como una forma de exorcizar la guerra, que pareciera venir desde el fin de los tiempos y continúa aún, como si la humanidad librara una eterna batalla.
Con soldados con algo de circo, policías en patines como los chicos de los deliveries, o con caballitos de madera, hay algo de docente en su forma de presentar la obra, repleta de escritos borrosos, como los pizarrones negros que nunca se terminaban de limpiar. Abierta hasta el 16 de junio en Galería Rubbers, Av. Alvear 1595.
La guerra eterna
Mayo 2004 - Argentina
Revista "PODER"